El Gobierno presentó el pasado viernes, tras el Consejo de Ministros, la reforma de las pensiones que retrasará la edad de jubilación a los 67 años, ampliará el período de cálculo de los 15 a los últimos 25 años cotizados y permitirá jubilarse a los 65 con 38,5 años cotizados. Lógicamente, una de las conversaciones más habituales en estos días es la de si alguien podrá retirarse a los 65 o tendrá que aguantar en el curro dos años más. Sin embargo, pocos parecen darse cuenta de que es muy posible que esta reforma no se aplique a casi nadie. De hecho, viendo lo que ha ocurrido en el pasado y las previsiones para el futuro, lo más probable es que sólo aquellos que tienen entre 50 y 65 años se vean afectados. Si usted es más joven y no le gusta este pensionazo no se haga demasiadas ilusiones, lo que le espera es mucho peor: lo ha admitido el propio ministro de Trabajo. Esto quiere decir, ni más ni menos, que las pensiones públicas se revisarán a la baja cada cinco años a partir de 202